La gente, la sociedad está sedienta. Nota que les falta algo, que alguna pieza no encaja.
Vamos a obviar necesidades básicas, como la alimentación, el techo, el dinero, el amor y la seguridad. Es una auténtica pena, las personas y familias que lo necesitan. Yo mismo vengo de un barrio de trabajadores y agradecido, porque por eso soy quien soy.
Retomo. La Sociedad está sedienta. A pesar de las desigualdades (ojalá desaparezcan) nunca ha estado en mejor situación, excepto posiblemente en 2008. Y aun así siente que le falta algo.
Falta la base, un faro, una guía, los cimientos, un sentido. Sea una religión, una filosofía o una espiritualidad. Pero sienten que algo les falta.
En mi caso me guía el Tao y su derivada en el Zen. Pero da igual lo que sea si te hace ser la mejor persona que puedes ser, hace bien a los tuyos y al resto de personas. Punto.
Esa guía, esa base como persona para dar sentido a nuestra existencia en este mundo la hemos de construir desde nosotros mismos y no desde fuera hacia adentro.
Vale. Aquí punto y aparte
Por eso, lo siento, no entiendo esta corriente de frases y fotos de carácter espiritual o motivacional, de claro postureo en redes sociales. De sumarse a desafíos solidarios sin aportar un euro a la causa, sólo el vídeo… No prostituyamos la filosofía y su espíritu como si fuera comida rápida. Da satisfacción momentánea pero al día siguiente seguimos teniendo más hambre. Vamos a construirnos desde adentro y desde la sinceridad y sobre todo dando amor y ayuda a quien lo necesita.
Por eso, mi compromiso es ayudar primero a núcleos cercanos y en causas donde vea de primera mano que aportamos una mejoría desde el momento cero. Cada año, mínimo, una causa me motivará a aportar nuestro grano de arena y de los que se sumen desde Ariete Family Office.
Trascender en la vida de alguien y que a la vez trascienda en la nuestra. Aunque sea un grano de arena en el desierto, solo si hay alguien que le resulta importante ya habrá valido la pena.